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martes, 15 de mayo de 2012

En una Nube



La noticia mas reciente que he visto relacionada con el mundo de la educación es que los libros de texto ya no son suficientes para que los niños aprendan, por ello, las aulas poco a poco se están rindiendo al mundo digital.
Lo último está siendo completar esos contenidos de siempre con los contenidos de las nuevas plataformas educativas en Internet.

Tenemos que darle la bienvenido al aula nueva. Esa en la que el profesor de conocimiento del medio no nos habla de volcanes o terremotos con una fotografía delante y  los alumnos atentos del libro. Porque las nuevas tecnologías ahora nos permiten reproducir en directo, una erupción volcánica en pantalla grande y en varias dimensiones ante los ojos de los alumnos, que además, pueden escuchar cómo suena ese fenómeno de la naturaleza. El universo que nos ha abierto las puertas en la escuela de las nuevas tecnologías es infinito: pizarras que hablan, juegos interactivos, contenidos renovables al segundo y una gran nube virtual (las plataformas educativas) en la que docentes y editoriales pueden compartir contenidos al estilo de lo que ocurre con Wikipedia en el mundo de los adultos.
Una de las claves del aprendizaje del siglo XXI son las pizarras digitales. Todos los centros públicos madrileños de educación infantil, primaria y educación especial de la región disponen, al menos, de dos pizarras. Son 1.874 en 964 centros educativos, más las disponibles en 253 de los 334 institutos de secundaria de la región, según datos oficiales.

 Nadie quiere quedarse atrás, los centro privados ya llevan tiempo apostando por las tecnologías.
  El presente es Internet y las editoriales están haciendo un esfuerzo para adaptarse a los tiempos, para ir tan rápido como la evolución de las tecnologías. El trabajo de las editoriales convive con el de los docentes. Su labor es complementaria. Si un profesor se siente capacitado, debe poder crear sus propios materiales.
Otra cosa importante son las plataformas institucionales. La Comunidad de Madrid impulsa la suya desde 2002. Se llama Educamadrid y cuenta con la colaboración de un grupo de trabajo de profesores desde el nivel de infantil hasta especialistas en educación de adultos. En Educamadrid, alumnos y profesores pueden acceder a enciclopedias, herramientas de cálculo y enlaces a otras plataformas.
Además, uno de cada cinco alumnos madrileños (los 228.000 estudiantes de los 334 institutos) convive desde 2009 con otro sistema que tiene informados a sus padres casi en tiempo real de lo que hacen y de sus resultados. El horario semanal, la asistencia o las notas son datos que los padres pueden consultar por Internet en un portal escolar, por correo electrónico o a través de un mensaje de móvil. Un chivato digital que pone difícil saltarse una clase.

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